"A los diecisiete años se cansó de vivir. Ocho años más tarde seguía cansada.
Cada momento se había tornado vano, cada sabor insulso o amargo.
...Pienso en ello mientras observo un vasto mar de quietud y vacío absoluto blanco.
Un erial. La nada."
S. Hexentanz
No hay comentarios:
Publicar un comentario