"De la misma manera que el sol se alza
con violencia, sin preguntar, cada mañana,
un velo denso y funesto oculta de
repente nuestros rostros y extingue toda mirada.
Como una muralla impenetrable, cada uno
a un lado, cuerpos inertes en la cama,
y a pesar de la cercanía, dos extraños
se sienten a miles de kilómetros de distancia.
Que las emociones de ayer son
partículas volátiles que se descomponen en la nada.
Tu olor en mis cabellos desapareció
bajo el agua en una habitación fría y desolada,
una ávida espiral negra se lo llevó con ansia a
las profundidades sin dejar marca.
Y yo, incapaz, inmóvil, vi esfumarse hacia el fondo el rastro de tus dedos sobre mi piel cansada.
Mis lágrimas llenarán una vez más la
copa de la fatalidad tiempo atrás desbordada.
Y de nuevo, viviré por las noches del
recuerdo fugaz y secreto de una rara mañana...
Donde abatidos por la adversidad,
durante un instante de paz yo fui tuya, y tú fuiste mío, y nada más
importaba."
S. Hexentanz
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